No sabéis como se ven de cerca unas pestañas? el reflejo de un ojo? el dibujo de colores entrelazados en la tela roja que cubre esta mesa?

Un cuentahílos es una lupa con la que se puede observar detalles que son muy pequeños. Es una lente con determinadas capacidades ópticas que nos permite aumentar para el ojo aquellas cosas que ponemos en el otro lado. Sujetamos el cuentahílos/lupa/lente de aumento/  entre los dedos, lo acercamos al objeto que queremos observar y mantenemos el cristalito entre nuestro ojo y la parte del objeto que queremos mirar. Si lo pusiéramos muy pegado a la almohada o a la tela del cojín, del mantel, de la cortina del salón… y miráramos la tela en cuestión manteniendo el cuentahílos entre el tejido y nosotros, poniendo el ojo bastante pegado al cuentahílos (la distancia en que veamos algo enfocado-nítido) podremos ver los hilos que tejen el pedazo minúsculo de tela, de papel, de las yemas de los dedos o de un bichito que hay en la maceta. Es como mirar con un zoom en vivo y directo, de manera que nos ACERCAMOS  la textura de las cosas en una escala distinta; más ampliada.  Apreciamos superficies con el mismo detalle que lo haría nuestra cámara digital si aún recordáramos usar el macro (o no hubiésemos perdido el libro de instrucciones).

Este instrumento ha sido utilizado por distintos gremios que trabajan con objetos y niveles de precisión que requieren de ver detalles pequeños ampliados a un tamaño en que se pueda trabajar con ellos. Los relojeros, los joyeros, los encargados de verificar la trama en la imprenta, el señor que hace el dibujo de un billete o dibuja la cara del rey en una moneda. También el que dibuja sellos, el que falsifica documentos, facturas, firmas. El fotógrafo analógico que mira el negativo, el señor o señora que se encarga de comprobar la calidad del tejido antes de comprarlo para hacer vestidos.

Muchos de los oficios que se asocian al uso de este tipo de instrumentos suenan a artesano, a viejo, a obsoleto.. se nos quedan lejanos en una época que casi nos lleva a esos salones de imprenta donde las letras se estampaban en prensas con rodillo incorporado; sin embargo si imaginamos a alguien que fabrica un microchip, no puedo evitar verle trabajando con una lente de aumento, o quedándose ciego mientras sujeta unos minúsculos alicates. El uso de las lupas/cuentahílos se actualiza igual que lo hacen los oficios, y hoy las encontramos digitales, de sobremesa, con luces incorporadas o con trípodes que las sujetan a las mesas.

Yo uso un 8x, porque en la casa en que vivo también vive un fotógrafo.

No se sabe quién fue el primer hombre que decidió poner una lupa en un soporte de metal, madera o hueso. Ni siquiera quién fue el primer hombre que fabricó una lupa. Las lupas salen de la tierra o hay que hacerlas? Quién fue el primero que pensó que fabricar una lupa sería útil; Quizás era un doctor que quería mirar de cerca las bactérias. El caso es que pudo ser un señor o señora que sacaba una plancha de un barreño con ácido. Cuánto ha mordido el Ácido? será suficiente? Cuánta resina se ha desprendió ya? Se ha quemado toda y está en su sitio? Son cosas que a uno le apetece mirar;

Aunque hay trucos para mirarlo sin instrumentos. La cuestión es precisamente esta: mirar atentamente. Miras el metal, lo mueves, lo haces brillar para que brille por todas su partes igual, o para que sea opaco por todas su partes igual. Lo mueves hacia la luz, estando tu en un lugar donde puedas verlo. En el caso de las comprobaciones de cuánto ha trabajado  el ácido también se puede tocar. Una vez que el ácido está enjuagadísimo: Le pasamos la uña por encima, tratando de sentir la profundidad de la mordida. Y si no tenemos uñas a buscar un punzón, o lo que sea que nos permita tocar/sentir el surco que tiene el barniz y tiene el metal.

todas las imágenes que aparecen en este post
son Fotografías de Elvira Fernández Iglesias
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y si quieres ver algunas lupas/cuentahilos en movimento busca los Links/Enlaces  (de color naranja!! ) que contiene el post.